INVENTAR, DESCUBRIR, EMOCIONAR, DIVERTIR.....
Desde el año 1980 ha llovido mucho y la lluvia se ha intercalado con prolongados periodos de sequía. Teatro seco y teatro encharcado..., años de cambios y de la llegada de las tecnologías a los teatros cuadrados, antiguos, con una única mirada, con espectadores protegidos, con butacas de terciopelo, con los artistas allí a lo lejos metidos en una caja profusamente adornada, sin el temor a que algunas gotas de sudor de los bailarines pudieran salpicar, energía de entretenimiento a distancia; el artista, ni siquiera gritando, me cuestiona la vida y todos callados asistimos una y otra vez a un rito que muere cuando las luces de "público" nos inundan de realidad y el garbanzo demasiado reblandecido no nos obliga a una digestión pesada y pensada. Todo ha evolucionado, las formas de interpretar, los recursos de la escena, los discursos directos de estupendos autores, los ritmos y no digamos la forma de iluminar, los espacios sonoros....todo o casi todo...., pero atrás, salvo en muy contados proyectos, se ha quedado el espacio teatro. Aún hoy, seguimos levantando y construyendo teatros a "la italiana", teatros de una única mirada, espacios anti-inmersivos, donde el público se ha de seguir comportando como lo que es y donde la energía y la emoción que el creador transmite se diluye en multitud de conciencias conscientes de su papel, quizás demasiado pasivo.
Es este uno de los principios que desde nuestros inicios nos movieron a buscar otras miradas y otros caminos y ahora en los comienzos de esta nueva era "post-pandemia" vuelve a cobrar importancia y actualidad...., y siguen siendo base de nuestros proyectos escénicos actuales de teatro, danza y video.
José María Roca